Sólo sabemos toda nuestra altura
si alguien le dice a nuestro ser: ¡Levanta!
Y entonces, fiel consigo, se agiganta
hasta llegar al cielo su estatura.
De la vida común sería ley
el heroísmo en el humano ruedo
si no nos doblegáramos al miedo
de vernos y sentirnos como un rey.
Aurora, tendrías que cambiar el color de la letra, no puede leerse bien. Y poner debajo de los textos el nombre del autor, en este caso, Emiliy Dickinson. Buen trabajo.
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